Atender a los nuevos conversos es un desafió ineludible para la Iglesia de Jesucristo; el Señor esta muy preocupado con que todo aquel que lo recibe como Salvador sea convertido en un discípulo maduro para su reino.
No hay atajo, la iglesia que se preocupa por bautizar a las personas que buscan salvación y no se preocupa por darles las atenciones y cuidados que estos recién nacidos necesitan esta cometiendo un crimen; porque los recién nacidos no pueden cuidarse solo. Sin cuidado, alimentos saludables y acompañamiento en la nueva vida los nuevos conversos sufrirán la agonía de una muerte segura y certera.
La invitación para los lideres de Grupos Pequeños de Crecimiento es para que cuiden, alimenten, acompañen y preserven a los nuevos convertidos que con tanto esfuerzos se han ganado para Cristo.
No te rindas